Fresón

El fresón del Maresme es uno de los cultivos más apreciados de la huerta de la comarca. Se empezó a cultivar en los años cincuenta, con fresas importadas de Francia.

Cada variedad de fresa se puede recoger en momentos diferentes, pero la cosecha se concentra, sobre todo, en primavera, aunque también encontramos fresones en otros momentos del año.

Las fresas del Maresme se cultivan en terrenos con pendiente, lo que aumenta la incidencia de los rayos de sol, y en unas condiciones orográficas con gran capacidad de drenaje, por lo que la planta se puede desarrollar mejor y ofrecer más cantidad de fresas y de mayor calidad.

Además, en los últimos años se ha llevado a cabo una elección exhaustiva de semillas y se ha pasado de cultivar más de seiscientas variedades diferentes de fresón en los años ochenta del siglo pasado a solo cuatro actualmente.

Imatge
Maduixots

 

  • Las fresas son un alimento muy apreciado por el sabor y porque tienen pocas calorías y son ricas en antioxidantes. De hecho, es una de las frutas rojas más consumidas y destaca por su contenido en fibra y en minerales, como el magnesio, el manganeso, el potasio, las vitaminas C, B2 y B3 y el ácido fólico. 

    Por otro lado, las fresas y los fresones son ricos en antocianos y flavonoides, que contribuyen a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, y son frutas muy digestivas y ricas en fibra, con poco azúcar.

  • Aunque la mejor manera de consumirlos es al natural, para disfrutar de la frescura y de sus propiedades nutricionales, los fresones también admiten varias cocciones. Por ejemplo, podemos hacer una cocción con fuego directo, estofando las fresas con azúcar para hacer una mermelada, un coulis, un chutney, etcétera.

    También se pueden cocer a baja temperatura u osmotizar con un líquido (zumo, almíbar, licor, etcétera) para hacer platos muy interesantes, o bien podemos deshidratar los fresones para conseguir un producto crujiente y alargar su duración.