Área de Economía, Trabajo, Competitividad y Hacienda
El test de la alimentación sostenible
¿Es saludable lo que como? ¿Quién ha elaborado lo que como? ¿Cuánta carne tengo que comer a la semana? ¿Es buena idea comer de tu propio huerto? ¿Cuántas bolsas de residuos de plástico alimentario tiro a la semana?
La alimentación sostenible consiste en alimentarse de manera saludable, sabrosa, en equilibrio nutricional y con respeto hacia tu cuerpo, tu entorno y, finalmente, hacia el planeta. Las tradiciones, los hábitos adquiridos, la publicidad y el márquetin a veces pueden hacer que nuestras creencias, costumbres y consumo alimentario no sean 100 % saludables ni sostenibles. ¿Quieres mejorar?
¡Dinos qué comes y te diremos cómo puedes mejorar!
En la nevera tienes una lechuga. ¿Sabes quién la ha hecho crecer y cómo ha llegado a tus manos?
Sé el nombre del campesino o campesina que la ha cultivado y conozco en qué condiciones trabaja.
Sé que es de proximidad, del Maresme.
¡Uy! Viene del súper y no recuerdo el cartel explicativo...
Las habas son legumbres de...
¡Primavera!
En invierno no hay habas.
De todo el año, creo.
Si hablamos de producto ecológico, hablamos de...
Productos que han sido producidos y elaborados con prácticas que respetan la naturaleza, sin fertilizantes ni pesticidas de síntesis química, ni transgénicos.
Productos integrales para dietas especiales.
Eco... ¿qué? Eso no significa nada. Es una estrategia de márquetin pura y dura.
¿Tienes un huerto o pequeño huerto?
Sí, en un terreno, en el terrado, en mi balcón, uno comunitario o en un espacio cedido por el Ayuntamiento...
¡Ya me gustaría!
Uf, no, no tengo tiempo.
¿Sabes que puedes “cultivar” en casa aunque no tengas ni balcón?
¡Claro! Puedes hacer brotes solo con legumbres, agua y un poco de luz.
No, no lo sé. ¿Me explicas cómo hacerlo?
No tengo tiempo o no me interesa demasiado.
¿En qué tipo de establecimiento compras lo que comes?
Intento comprar en mercados, cooperativas de consumo, a campesinos y a productores locales.
En tiendas pequeñas.
Soy fan de la compra en línea y de grandes superficies.
¿Sabes qué es una cooperativa de consumo?
¡Por supuesto! Y formo parte de una.
Sí... Pero ahora mismo no puedo asumir el compromiso que representa.
No. ¿Qué es?
Estás comprando: ¿qué te hace decidirte por uno u otro producto?
Cómo lo han producido, cómo está envasado, qué aditivos le han puesto, qué calidad nutricional tiene, si es ecológico o de proximidad...
Intento conocer la marca, que sea de confianza.
¡Si es barato, si me gusta la marca, si el envoltorio es bonito!
Compras jamón dulce o queso o membrillo... ¿Cómo lo llevas hasta tu nevera?
Voy a comprar con táperes.
A la charcutera le pido que solo me ponga el papel de embalar, bolsa, no.
Lo compro envasado en cualquier tienda.
¿Cuántas horas dedicas a cocinar en un día en tu casa?
Como mínimo, una hora.
Media horita: ensaladas y platos a la plancha es mi especialidad...
No tengo tiempo o cocinar no me gusta.
¿Cocinas en familia?
¡Sí! Vamos a comprar, escogemos lo que queremos, lo elaboramos... ¡un placer!
Mmm... Sí, como acto social, entre copita y aperitivo, esporádicamente.
No, no tengo tiempo o no me gusta.
En casa, ¿tenéis un recetario familiar?
¡Sí, las recetas de la abuela van volando!
Familiar quizás no, pero nos interesa la cocina y nos pasamos recetas diversas entre diferentes miembros de la familia y las elaboramos juntos.
No, no nos ha interesado nunca.
Piensa en el día de ayer. ¿Cuántos alimentos comiste cuyos ingredientes no sabías exactamente qué significan (E-de numeraciones diversas, butilhidroxianisol [BHA], aceites hidrogenados, glutamato monosódico, colorantes y sabores artificiales...)?
Ninguno. Leo muy bien siempre los ingredientes de lo que como.
Mmm... Alguno, sí :D
A ver, si lo venden es que lo puedo comer.
Hora de merendar. ¿Qué meriendas?
Una pieza de fruta, frutos secos, galletas de avena caseras... ¡Y el agua de la cantimplora!
Un bocadillo de pan de molde y un zumo envasado.
Un muffin de chocolate y un café con leche con azúcar.
Comes en el trabajo:
A menudo con táper o en un restaurante familiar o saludable cercano.
En el restaurante. En cualquiera. Voy variando.
Cojo comida para llevar o comida rápida.
Es media tarde y tienes sed. ¿Qué tomas?
¡Agua!, ¿qué quieres que tome, si tengo sed?
Depende del momento. Agua, seguramente, pero quizás me hago un zumo natural o me tomo una cervecita...
¡Un refresco!
¿Reaprovechas las hojas de la remolacha?
¡Por supuesto! Hervidas, al vapor, en caldo o puré...
No, no sabía que se podían comer.
No como remolacha o la compro ya hecha y envasada.
Tienes pan duro. ¿Y ahora qué?
Ahora, de todo: hago torrijas, las uso para el gazpacho, en la sopa de cebolla, hago pan rallado para rebozar, lo mojo en leche para desayunar...
¿Se lo doy a las palomas?
Es incomible. Se va a la basura.
¿Cuántas veces tiras la bolsa de residuos plásticos al contenedor?
Menos de una vez a la semana o tendiendo hacia el residuo cero...
Una o dos. ¡Ay!
No reciclo, es muy complicado.
¿Qué haces con los residuos orgánicos de tu cocina?
¡Tengo un compostador!
Los recojo en una bolsa de basura orgánica y ¡al contenedor marrón!
Los tiro a la basura general, no reciclo, es complicado y no tengo tiempo.
Sigue pensando en el día de ayer. ¿Cuánto producto fresco comiste?
En cada comida, una o varias piezas.
Mmm... Quizás uno o dos.
¿Los congelados cuentan?
¿Y si vas a un restaurante?
Me intereso por la cocina ecológica, de proximidad, los restaurantes de residuo cero...
Soy de restaurantes de toda la vida...
Voy a cualquier lugar, no pienso mucho en ello.
En el restaurante, ¿eres de los que piden llevarse la paella si no te la has acabado?
Siempre, economizar y reaprovechar.
Solo si necesito las sobras para la noche o el día siguiente...
No, no lo he hecho nunca.
Ahora te pedimos que nos digas las opciones en alimentación sostenible que hay en tu barrio.
Uy, ¡un montón!: mercados verdes, de payés, restaurantes sostenibles, tiendas ecológicas a granel, comidas para llevar elaboradas con producto de proximidad...
¿Quizás hay algún súper ecológico?
No sabía que existía eso en mi barrio...
Lo último que has leído sobre alimentación sostenible es...
Un libro sobre alimentación y reaprovechamiento o residuo cero o nutrición...
Algún artículo de revista o web.
Nada. Yo ya me alimento bien. Tengo otras obligaciones.
¿Cuántos menús vegetarianos comes en una semana?
Más de tres. Somos un poco veggies :)
Entre uno y tres. ¡De vez en cuando, nos gusta, en casa!
Ninguno. Si no hay carne, es como si echara de menos algo...
¿Conoces de cerca el mundo rural de donde provienen los alimentos?
Sí, intento hablar con campesinos y visitar masías.
Mmm... Esporádicamente puedo hacer alguna visita a un huerto urbano.
No, yo soy muy urbanita.
Más a - ¡Comes con compromiso!
Enhorabuena. Tu compromiso por una comida sostenible con tu salud, el entorno urbano y el entorno rural es patente. Y, aunque lo sabes, tu acción no es en balde, y estás contribuyendo a mitigar la emergencia climática y ecológica global. No te detengas: sigue investigando, estudiando y actuando, porque como comemos cambia el mundo. Te animamos a seguir esta web y las actividades del Año Mundial de la Alimentación Sostenible
Más b - ¡Comer para mejorar!
¡La cosa promete! Parece que el fenómeno ecológico y de proximidad te interesa; que te acercas a la cocina con complicidad, aunque con timidez, que la tierra te atrae, y que se te encoge el corazón cuando ves tanta basura y tanto desaprovechamiento... Has llegado al web ideal. En este web de la alimentación sostenible te daremos un montón de consejos prácticos, lugares donde se pueden encontrar productos sostenibles ¡y otros recursos y proyectos que harán que acabes siendo la persona mejor alimentada y más sostenible de la ciudad!
Más c - ¡Deja de comerte el mundo!
Comer sin saber exactamente qué comemos o comer malgastando recursos, estropeando la naturaleza o desperdiciando alimentos es una pérdida para todo el mundo; empezando por ti mismo/a, que seguramente no estás cuidando de tu salud tanto como podrías :(, y, siguiendo por tu entorno inmediato, de tus vecinos y vecinas y de los productores y productoras catalanes. Y, acabando por el planeta, que sabemos que no vive en tu día a día, pero todos y todas dependemos de él. Pero si has llegado hasta aquí... ¿quizás es porque tienes ganas de comer de manera más sostenible? ¡Sí! Muy bien, ¿qué te parece si te animas a seguir, al menos, un consejo de alimentación sostenible? Ya lo sabes: ¡los pequeños cambios son poderosos!