Aparte de todo tipo de gazpachos veraniegos, en los que la sandía se combina con tomate, fresas, melón, remolacha u otras verduras, y aromatizados con menta u otras hierbas como la albahaca, podemos hacer una conserva con la piel (mejor con restos de carne) dejándola reposar cubierta con una mezcla de agua con sal toda la noche. Al día siguiente se mezcla con agua, vinagre de sidra, azúcar, canela en rama, una cucharadita de semillas de mostaza y, si se tienen, 2 clavos. Tapar y hervir unos 30’, destapar y dejar reducir 5-10’ hasta que la piel se vuelva transparente.
También podemos hacer piel de sandía confitada para añadirla a un bizcocho, plum-cake, roscón de Reyes, o a otras especialidades.
Como curiosidad, podemos preparar la parte verde de la piel de la sandía cortada muy fina y freírla como chips.