Apio-rábano y salsafí

Hablamos de dos productos de proximidad, muy beneficiosos y poco conocidos por los consumidores.

 

¿Qué es el apio-rábano?

Estamos acostumbrados a comer el tallo y las hojas del apio, pero, en este caso, buscamos aprovechar un producto de la cuenca del Mediterráneo como es la raíz del apio-rábano. 

Tiene una forma casi esférica y un sabor que se parece al apio, pero con una textura más parecida a la de los tubérculos. El apio-rábano es un producto con pocas calorías y es rico en vitaminas y minerales. Es un alimento que ayuda a mejorar la resistencia ósea, mejora la tensión arterial y es muy depurativo.

Aunque se acostumbra a cocinar hervido, para hacer cremas, también se pueden hacer otras preparaciones. Por ejemplo, se puede cocinar a la sal, para conservar sus propiedades nutricionales y evitar añadir grasas que puedan alterar su sabor.

¿Qué es el salsifí?

Conocido también como barba de cabra, es un producto originario de la península Ibérica que, como el apio-rábano, es rico en vitaminas y, además, tiene mucha fibra. De aspecto parecido a la chirivía, el salsifí ayuda a prevenir la formación de células cancerígenas, fortalece el sistema inmunitario, mejora la digestión y, entre otros beneficios, mejora la comunicación entre las neuronas del cerebro. 

Al ser un producto poco conocido, se acostumbra a integrar en purés, sopas y estofados, pero es interesante darle una presentación más dinámica, como freírlo, para que tenga una textura crujiente y divertida.

Imatge

Apio-rábano
Verdura de raíz muy aromática de la familia del apio pero mucho menos conocida. Lo mejor es cortarlo en bastoncillos pequeños y tomarlo como una crudité con vinagreta de mostaza. Puede comerse crudo en ensalada, a rodajas al horno o al vapor, en crema, sopa o puré mezclado con patata. Las hojas pueden aprovecharse para añadirlas a un caldo. 

Se conserva muy bien en una bolsa dentro de la nevera. También puede hacerse conserva en vinagre o en salmuera.

Salsifí
Raíz muy apreciada y versátil en la cocina, pero de consumo poco extendido en Cataluña. Puede comerse en guisos, en crema (con cebolla, patata, etcétera), salteado, frito e incluso rebozado. También pueden hacerse chips bien cortados con mandolina o pelador. Se aliña bien con sal, pimienta, cúrcuma y un buen chorro de aceite y se pone al horno a 180º durante unos 20 minutos.

Del salsifí también pueden comerse las hojas y las flores, que pueden añadirse en crudo en una ensalada. Para conservarlo hay que guardarlo en la nevera en una bolsa de plástico. También puede hacerse conserva en salmuera, una vez pelado y hervido. 
         

 

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