Consejos para organizaciones
El sector privado y, en particular, las pymes, son uno de los actores clave para avanzar hacia una alimentación saludable y sostenible, ya que representa el 70 % del empleo en el Estado español. Las buenas prácticas empresariales y otras organizaciones pueden servir de referencia y de inspiración para una sociedad cada vez más concienciada y comprometida con un cambio estructural de la cultura alimentaria y con una producción ecológica y de proximidad.
¿Qué pueden hacer estas organizaciones para incorporar la alimentación sostenible al día a día?
Formar e informar
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Impartir formación sobre hábitos alimentarios saludables como complemento a la formación en salud laboral.
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Incorporar hábitos sostenibles
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Impulsar una restauración colectiva basada en la alimentación sostenible para asegurar el derecho a una alimentación sostenible, de temporada, de proximidad, ecológica procedente de la agricultura, la ganadería y la pesca sostenibles en todos los alimentos que se ofrecen en el entorno laboral.
Impulsar dietas saludables, huyendo de los productos ultraprocesados.
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Promover la diversidad alimentaria en las mesas y los productos alimentarios que se ofrecen en el espacio laboral.
Promover la compra colectiva de cestas de alimentos ecológicos y de proximidad por parte de las personas trabajadoras.
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Organizar actividades de construcción de equipos (team building) en torno a la alimentación: hacerse cargo de un huerto comunitario o hacer comidas de preparación colectiva en el office.
Habilitar un huerto comunitario en el espacio laboral (jardín, terrado, terrazas) o apadrinar un pequeño espacio agrario.
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Instituir un día de la semana como “día vegano” o “día sin carne” y facilitar recetas con proteína vegetal.
Las organizaciones como referente de alimentación saludable
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Sustituir las máquinas de venta automática (vending) por fuentes de agua, que estén disponibles, y bien distribuidas, y garantizar la disponibilidad de fruta fresca, ecológica y de proximidad y de otros alimentos saludables. Se deben evitar las bebidas alcohólicas y las bebidas azucaradas.
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Comprar directamente a productoras locales y mediante circuitos cortos, para contribuir a reconectar a las personas consumidoras con el origen de sus alimentos y reducir el kilometraje y, por lo tanto, la huella ecológica.
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Para promover un sistema comercial basado en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca más equidad en el comercio internacional prestando atención a los criterios sociales y medioambientales.
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Contratar caterings y empresas de máquinas de vending con valor social y medioambiental que cuiden de los productos, para que sirvan alimentos saludables y, si puede ser, de proximidad, ecológicos y de temporada.
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Promoviendo relaciones laborales más justas, por ejemplo, dando apoyo a campañas que luchan por el establecimiento de salarios dignos.
Dando apoyo a iniciativas de la economía social y solidaria, que se basa en la creación de un sistema económico que tiene en cuenta a las personas, el medio ambiente y los territorios que funcionan bajo criterios democráticos, horizontales, de transparencia, equidad y participación.
Reducir el desperdicio
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Distribuir kits residuo cero entre los trabajadores y las trabajadoras: cantimploras metálicas, táperes de cristal, envoltorios reutilizables (boc’n rolls), bolsas de aperitivos...
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En cantinas, comedores y cafeterías del entorno laboral, reducir al máximo posible el uso de envases no reciclables, fomentando la vajilla lavable y el uso de cantimploras y tazas reciclables para llevar.
En caso de que no se puedan reducir a cero, hay que sustituir los envases con más impacto ambiental por otros más benignos, como la sustitución de bandejas de propileno por cartón reciclado.
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Organizar con otras organizaciones y los establecimientos de restauración del entorno un sistema de utilización de fiambreras para llevar los menús o aprovechar excedentes.
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Se debe ofrecer a las personas trabajadoras la posibilidad de llevarse la comida sobrante de las comidas hechas en el trabajo, a poder ser mediante su propio envase u ofreciendo un envase de poco impacto medioambiental o reciclable.
En cantinas, restaurantes y cafeterías de empresa, así como en congresos o jornadas, es importante conservar los alimentos que sobren en condiciones idóneas y, si es posible, contactar con alguna entidad social que pueda recoger o aprovechar la comida sobrante: puedes contactar con el Banco de Alimentos, comedores sociales o despensas solidarias de tu zona.