El proceso participativo ciudadano de la Estrategia de Alimentación Sostenible Barcelona 2030 finaliza con cerca de mil participaciones
De las participaciones, 848 han estado en línea y 144 presenciales. Esta actuación mujer continuidad y consolida toda la serie de actividades y proyectos que se han desarrollado en la ciudad con motivo de la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible que ostentó Barcelona el 2021.
El proceso participativo ciudadano para definir la Estrategia de alimentación sostenible Barcelona 2030 ha finalizado con cerca de un millar de participaciones ciudadanas. De estas, 848 han sido participaciones en línea, en la encuesta ciudadana y aportaciones a los debates, y otras 144 han sido presenciales, entre sesiones abiertas y encuentros temáticos con entidades y agentes de la cadena alimenticia.
Esta iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona con la colaboración del Plan estratégico metropolitano de Barcelona (PEMB), se ha llevado a cabo tanto de forma telemática como presencial. Su objetivo era contrastar con el conjunto de la ciudadanía lo que se ha trabajado en el marco de las sesiones plenarias de ciudad, y recoger sus opiniones sobre qué hay que hacer para transformar el sistema alimentario en la ciudad.
El proceso ha estado en marcha desde el 4 de mayo hasta el 12 de junio en la plataforma Decidim.Barcelona y también ha contado con sesiones presenciales dinamizadas. En concreto, se han realizado ocho sesiones presenciales abiertas con entidades y ciudadanía, y también se han celebrado reuniones presenciales temáticas y otras reuniones sectoriales con profesionales y representantes de ámbitos concretos de sectores como la salud, la educación, el comercio, el campo, la restauración, la ayuda alimentaria, etcétera.
La Estrategia será la hoja de ruta compartida que tendrá que seguirse en los próximos ocho años en materia de políticas alimentarias en la ciudad, tanto para el Ayuntamiento como para el resto de agentes participantes. En ella se recogerán la visión, los objetivos, las líneas de trabajo y algunos ejemplos de proyectos que han de guiar la transformación del sistema alimentario de la ciudad en el futuro más inmediato y también a largo plazo.
Y es que un sistema alimentario sostenible beneficia a las personas, al planeta y a los territorios. Para lograrlo, hay que producir, transformar, vender, comprar y consumir alimentos generando prosperidad, promoviendo la justicia social, cuidando, conservando y regenerando nuestros recursos y ecosistemas y salvaguardando la capacidad de las generaciones futuras de alimentarse también de forma sostenible.
El proceso de elaboración de la Estrategia se inició el pasado mes de enero y cuenta con la participación de más de cien organizaciones de varios segmentos del sistema alimentario que apuestan por la alimentación sostenible desde ámbitos tan distintos como las instituciones públicas, el mundo científico, el sector privado, la sociedad civil, profesionales de la comunicación y representantes de todos los grupos municipales, entre otros. Y, además, están las aportaciones realizadas por la ciudadanía a través del proceso participativo. La voluntad es que el documento definitivo esté terminado en otoño.
El documento pretende que la alimentación sostenible dinamice la economía local, combata las desigualdades y cuide de la salud de las personas y la del planeta sin poner en peligro a las generaciones futuras. Durará hasta otoño de este año y cuenta con varios espacios para garantizar la participación de los distintos agentes y del conjunto de la ciudadanía.
Más allá de las limitaciones competenciales de los ayuntamientos en esta materia, y como aparte de los acuerdos internacionales (Pacto de Milán), la ciudad refuerza y consolida en el tiempo su apuesta por la alimentación sostenible como estrategia para hacer frente a la emergencia climática, así como para trabajar por el acceso de toda la población a una alimentación saludable y sostenible y por el fortalecimiento de las economías locales sostenibles (el campo, la restauración y el comercio de proximidad). Esta iniciativa se enmarca en el proyecto que ha desarrollado la ciudad como Capital Mundial de la Alimentación Sostenible del año 2021, y es uno de los legados de esa capitalidad.
Los objetivos consensuados de la Estrategia de alimentación sostenible Barcelona 2030, que están en línea con el Pacto de política alimentaria urbana de Milán, son:
- Objetivo 1. Incrementar la producción, venta y consumo de alimentos de temporada, de proximidad y ecológicos, y la distribución en cadenas más cortas, justas y equilibradas.
- Objetivo 2. Proteger y recuperar espacios agrarios urbanos y periurbanos.
- Objetivo 3. Promover y defender dietas saludables y sostenibles para todas las personas.
- Objetivo 4. Prevenir las pérdidas y el despilfarro alimentario.
- Objetivo 5. Combatir la emergencia climática y la crisis de extinción.
- Objetivo 6. Promover un cambio cultural hacia la alimentación sostenible.
- Objetivo 7. Fomentar relaciones justas dentro de la cadena alimentaria.
- Objetivo 8. Coordinar y movilizar a los agentes del sistema alimentario para llevar a cabo acciones concretas y evaluables, vinculadas a estrategias existentes.
Para garantizar la implicación de todos los agentes que quieren favorecer la transformación del sistema alimentario en la elaboración de esta estrategia, se determinan varios espacios de participación, entre los cuales se encuentran las sesiones plenarias y el Consejo Asesor, como espacios más representativos. En el Consejo Asesor participan una veintena de expertos y expertas, así como representantes de varios sectores: Ana Moragues, de la Universidad de Barcelona; Toni Massanés de la Fundación Alícia, y el chef Xavier Pellicer, entre otros.
Barcelona avanza en su compromiso para hacer frente a la emergencia climática
Hace ya años que la ciudad de Barcelona está apostando por una transformación del sistema alimentario con el fin de hacer frente a la emergencia climática. Y es que el actual modelo produce entre un 21 % y un 37 % de las emisiones de efecto invernadero a escala global. Para combatir la emergencia climática de forma creíble y eficaz y evitar así los peores escenarios de caos climático previstos para este mismo siglo, es imprescindible transformar de forma urgente la forma de producir y comer los alimentos y también de deshacernos de ellos, y transitar hacia otros modelos más sostenibles.
Para garantizar esa continuidad y como prueba del compromiso firme del Ayuntamiento iniciado con la Capitalidad Mundial de la Alimentación Sostenible, se consolidan un presupuesto anual y un departamento específico en el Ayuntamiento de Barcelona. Además, se establecerán referentes técnicos especializados para trabajar en pro de una alimentación sostenible en órganos estratégicos como el Consorcio de Educación de Barcelona, el Instituto de Mercados, Mercabarna o la Agencia de Salud Pública de Barcelona, así como instrumentos estables de colaboración con la Generalitat de Catalunya o el Área Metropolitana de Barcelona.
Hay que tener en cuenta que en el año 2021 el consistorio realizó un gran esfuerzo tanto económico como de recursos humanos a esta materia, al ser Barcelona la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible. Esta capitalidad conllevó toda una serie de acontecimientos e iniciativas que se fueron realizando durante todo el año y que se concentraron especialmente en el otoño. En total, se han celebrado más de doscientas actividades e impulsado unos noventa proyectos.