Huella ecológica
TODO LO QUE COMEMOS TIENE UN IMPACTO.
Cada alimento que consumimos necesita unos recursos (energía, materiales) y genera un rechazo (emisiones contaminantes, gases de efecto invernadero y residuos). Por tanto, todo alimento ha implicado un conjunto de recursos y procesos (la huella ambiental) que se debe valorar, no desperdiciar y consumir de forma consciente. Buena parte del impacto ambiental relacionado con lo que consumimos se da antes de que el producto en cuestión llegue a nuestras manos. El acto de comer es la finalidad, pero no es el principio ni el fin del camino, sino únicamente una fase más; de hecho, es la única fase en la que somos conscientes de la importancia de los alimentos para nuestra supervivencia y también para nuestro placer y satisfacción personal. Hasta llegar a la mesa el camino ha sido largo: hay que conocerlo y, si es necesario, cuestionarlo para poder cambiarlo.
Descripción de itinerario: Entender la relación entre alimentación y crisis climática, aprender a calcular la huella ambiental de los alimentos, acercarnos a los conflictos vinculados al cultivo de alimentos con dos mesas redondas y el visionado de un documental en el que se presentan prácticas positivas para el planeta son algunas de las actividades que se podrán encontrar en este itinerario.