La convocatoria “Impulsem el que fas” incorpora una línea de ayudas sobre alimentación sostenible y consumo responsable

Este año la convocatoria "Impulsem el que fas" ha añadido una modalidad específica directamente relacionada con Barcelona, ​​Capital Mundial de la Alimentación Sostenible.

Impulsem el que fas - Modalitat Alimentació Sostenible
06/04/2021 - 09:55 h

El Ayuntamiento de Barcelona, a través de Barcelona Activa, ha abierto la quinta convocatoria de “Impulsem el que fas”, una línea de ayudas para financiar proyectos que impulsen la economía de los barrios y distritos de la ciudad de Barcelona. Este año incorpora una modalidad específica directamente relacionada con Barcelona, Capital Mundial de la Alimentación Sostenible, que quiere dar apoyo a proyectos que fomenten un consumo más responsable y una alimentación sana, justa y sostenible en la ciudad.

Las organizaciones beneficiarias podrán financiar proyectos hasta un 80 % de su presupuesto total, con un máximo de 50.000 euros de importe subvencionado. El plazo para tramitar las solicitudes es del 6 de abril al 5 de mayo de 2021.

¿Quién puede presentarse?

Se pueden presentar tanto personas físicas (vecinos y vecinas) como jurídicas (asociaciones, fundaciones, microempresas y pequeñas empresas, cooperativas, personas autónomas, etc.) con residencia o sede social o delegación en la ciudad de Barcelona.

¿Qué proyectos de alimentación sostenible y comercio justo se pueden subvencionar?

La modalidad 5 es una línea creada para dar apoyo a los proyectos que compartan objetivos con Barcelona, Capital Mundial de la Alimentación Sostenible, es decir, que:

  • Impulsen dietas más saludables y sostenibles y faciliten que todo el mundo pueda acceder a ellas.
  • Generen más oportunidades económicas para los sectores de proximidad, como son los comercios de los barrios, los mercados municipales o los productores/as y campesinos/as locales, impulsando la producción agraria ecológica y local.
  • Combatan la emergencia climática en la metrópolis de Barcelona y faciliten, a su vez, una transición agroecológica en la ciudad con la promoción de la agricultura urbana y la protección de la periurbana.
  • Generen resiliencia ante los riesgos globales y las desigualdades sociales.

¿Qué proyectos sobre modelo alimentario se han desarrollado hasta ahora?

Aunque la modalidad 5 de la convocatoria se emmarca este año en el proyecto Barcelona, Capital Mundial de la Alimentación Sostenible, las anteriores ediciones de “Impulsem el que fas” han apoyado a varios proyectos relacionados con la revisión de nuestro modelo alimentario.

En la convocatoria del 2020 se subvencionaron un total de 24 proyectos enfocados en el circuito de abastecimiento de alimentos para la ciudadanía, la red de iniciativas dedicadas a la alimentación o la promoción de la sostenibilidad en la restauración.

En este sentido, durante el último año se han impulsado tres mercados de productos agrarios en la ciudad. El Mercado de la Tierra de Slow Food Barcelona, que se organiza cada sábado en el parque de las Tres Xemeneies, en el barrio del Poble-sec, reúne a centenares de personas que disfrutan de diferentes actividades para concienciarse sobre el consumo responsable y entrenar el gusto a través de charlas, talleres, catas y muestras de cocina en directo. Cada quince días también se puede encontrar, en este caso en la Sagrera, la Àgora Pagesa, organizada por el Comedor Ca La Rosa. Aquí, al tradicional mercado de productos agrarios se suma la propuesta de construir una plataforma ciudadana y digital de consumo socialmente responsable, ética, de proximidad y con participación de la ciudadanía. Para acabar, también se ha dado continuidad al proyecto “Hacemos plaza II. Consolidación de los mercados de productos agrarios en Barcelona”, de la Red de Consumo Solidario, que pretende consolidar los mercados de productos agrarios del Guinardó, Eixample, Sants, Forts Piencs y diferentes paradas en todos los barrios, promoviendo nuevas colaboraciones con entidades vecinales para establecer espacios de interrelación que promuevan la soberanía alimentaria, la promoción de la economía social y solidaria, el feminismo y el consumo crítico y responsable.

Los proyectos subvencionados no solo ponen la mirada en el campo, sino también en el mar y los circuitos de pesca y distribución de pescado en la ciudad. “Barceloneta: Marinera y SOStenible”, de Cap a Mar, ha desarrollado formaciones en diferentes formatos para varios colectivos sobre pesca sostenible y de proximidad, acompañando al sector del pescado de la Barceloneta, en peligro de extinción.

Recorriendo la costa de la ciudad llegamos al barrio del Besòs. Allí, Antígona Procesos Participativos impulsa “Alimentamos el Maresme – Besòs 2.0”, un proyecto que quiere generar una nueva manera de enfocar la alimentación en este barrio de manera comunitaria y en red a partir de un espacio de articulación autogestionado en el territorio.

Otro de los proyectos que también recibieron apoyo en la última convocatoria de “Impulsem el que fas” es el de certificación en sostenibilidad en restauración, desarrollado por la organización Restaurants Sostenibles. Han ofrecido diferentes formaciones en establecimientos de la ciudad que quieren obtener un certificado que acredite que su actividad económica es sostenible teniendo en cuenta criterios de proximidad de los ingredientes utilizados, de conciliación familiar o para evitar el despilfarro alimentario, entre otros.

FoodCoop Barcelona: el primer supermercado cooperativo de la ciudad

Y, si hay un modelo que ha sacudido recientemente nuestra forma de consumir, es el que proponen los supermercados cooperativos. FoodCoop BCN es el primer proyecto de este tipo en Barcelona, un proyecto autogestionado en que las personas socias son al mismo tiempo propietarias y consumidoras del supermercado. En las convocatorias del 2018 y el 2019, FoodCoop BCN recibió financiación a través de “Impulsem el que fas” y ahora se encuentra en un momento clave de su desarrollo: tiene que conseguir 500 personas socias que quieran comprometerse con el proyecto. De momento, ya tienen local en L’Eixample.

La mala alimentación es el primer problema de salud pública a escala mundial y este modelo de supermercado permite el acceso a una alimentación saludable, de calidad y de proximidad, a un precio más asequible y justa para los productores. “Eso es posible gracias a tres factores: tener unas cadenas de valores cortas y/o de compra directa, que permiten reducir al máximo el número de intermediarios; ser una cooperativa sin ánimo de lucro, que no prioriza el beneficio económico como otras cadenas de supermercados, y tener una participación activa de las personas socias en la operativa del supermercado, que reduce significativamente el coste del personal”, explican desde FoodCoop BCN.

Un supermercado cooperativo fomenta un modelo basado en la economía social y solidaria, la autogestión y el consumo sostenible, que permite que las personas socias consumidoras que forman parte de la cooperativa participen de manera activa en la comunidad y en el desarrollo del proyecto. Podrán decidir, por ejemplo, la política de precios o los productos que se comercializarán en el establecimiento. E introduce una novedad importante en el modelo de supermercado convencional: para hacer la compra en el supermercado, las personas socias consumidoras tendrán que dedicar unas horas por semana a ayudar en las diferentes tareas del supermercado.

FoodCoop BCN busca acercar a proveedores y consumidores y democratizar el consumo. Aparte de las personas socias consumidoras, también forman parte personas socias colaboradoras y de servicios, que ayudan a sostener el proyecto y tienen derecho a voto en las asambleas de la cooperativa. Priorizará cadenas de valores cortas en la compra directa de sus productos, unos criterios de compra que potencien la proximidad, la producción y la ganadería extensiva y unas relaciones comerciales basadas en la cooperación. Y para ello, contarán con agentes aliados como el CIAP, el nuevo Centro de Intercambio Agroalimentario de Proximidad impulsado desde la Unió de Pagesos con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, Ecocentral, Queviure y Hortec.

“‘Impulsem el que fas” nos ha permitido transformar una iniciativa ciudadana espontánea en una cooperativa integrada que podrá ser realidad a final de este año. Gracias a la subvención hemos podido contratar personal, también hemos podido formarnos en la economía social y solidaria y la realidad cooperativa con el fin de poder impulsar el proyecto”, afirman desde FoodCoop BCN.